Experimental

La razón por la que empecé a hacerme mis propias tablas fue en parte por curiosidad y en parte por necesidad debido a la falta de variedad en los modelos que podía encontrar en las tiendas.

He tenido la gran suerte de haber vivido muchos años en distintas partes del mundo, lugares donde la cultura del surf está mucho más arraigada que en gran parte de Europa y donde la gente ya lo ha visto todo. Por esa razón nadie tiene miedo de probar cosas nuevas y vivir según el lema «it doesn´t not work». Entrar en una tienda de material duro y ver 50 tablas iguales que sólo se diferencian en fracciones de pulgadas me resultaba poco interesante y muy desalentador a la hora de escoger una nueva tabla.

Sobre todo en el Mediterráneo, donde las olas no tienen nada que ver con lo que vemos en otros mares, es imposible que funcionen al 100% tablas que no estén pensadas para las condiciones que tenemos en esta costa. Claro que funcionan, sobre todo en los días buenos o bajo los pies de surfistas más competentes. 

Pero seamos sinceros, las clásicas tablas high performance o “las tablas diseñadas para un día malo en la Gold Coast» no son lo ideal para el Mediterráneo. Interpretaciones de Mini Simmons, twin fins, single fins, cortos y largos, tablas asimétricas, lo que se te ocurra… puedes contar con el extra en motivación que me da trabajar en una tabla única que se salga de lo normal y 100% personalizada.